Nos cierran los bares y me entra una nostalgia tremenda. No es que yo salga mucho y cada vez que salgo necesito entrar en cuidados intensivos durante dos días para volver a ser persona. Soy una chica de barra. Si me oyera mi abuela me mata. Pero sí, confieso que me gustan las barras. Me... Leer más →
Hasta que se seque el malecón
Un país que te recibe con unas funcionarias de aduanas sonrientes, envasadas en minifaldas y medias de rejilla, charlando despreocupadas, no puede ser un mal lugar. Cuba es diferente a todo lo demás y es muy poco lo que ha cambiado desde mi primer vuelo a La Habana hace 24 años. Ahora veo cruceros enormes... Leer más →
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