Mujeres que inspiran mi vida 

Hasta sus nombres me gustan. Con solo mencionarlos se me abren los poros de la piel y vello se me eriza. Cada una de ellas ha contribuido, con su historia a construir lo que quiero ser.  Hay muchas más mujeres notables y en muchos otros ámbitos de la vida, pero éstas son las que más huella han dejado en mi armadura de plastilina.

AMELIA,  valiente, femenina, no eras la aviadora perfecta, y por eso te admiro porque a pesar de tus carencias conseguiste lo que ninguna mujer antes se atrevió a hacer. Y claro que no te estrellaste, a ver si encuentran ya tus huesos en ese atolón del Pacífico y te dejan descansar tranquila, mi querida aviatriz.

FRIDA,  otra valiente de la vida. Transformabas el dolor y el sufrimiento en belleza. Libre como ninguna, ni el corsé que llevabas te ataba, ni la sombra alargada de Diego te eclipsaba. Eras auténtica, brava.

KAREN, bendita tu lucha callada por los derechos de los que se les usurpaba la tierra en las colonias, benditos tus cuentos, esos que brotaban de la tierra roja de África y del verde de las colinas. Bendito tu espíritu de aventurera, de emprendedora y tu silencioso ejemplo de superación y valentía.

ASPASIA, muy poco se sabe sobre ti, como de tantas otras grandes de la historia. Bella e inteligente. Parece que le escribías los discursos a Perícles. Creaste una escuela de mujeres en Atenas pera enseñarles oratoria, filosofía y poesía. Entre los muros de tu casa se cocía la política ateniense,  reunías a escultores, poetas, filósofos y políticos griegos atraídos por tu belleza, sabiduría y elocuencia. La mujer más influyente de la Grecia Clásica, plantaste los cimientos de libertad e independencia para las que llegamos después. Aunque hayan borrado tu historia, algunas la mantenemos viva.

JAQUELINE, cuánta belleza salía de todo tu ser tan joven y de tu viejo violonchelo, te fuiste  muy pronto pero nos queda tu sonrisa, esa sonrisa y tu melena suelta enredándose en las clavijas de tu cello . No habrá otra igual, cuánto talento, cuánto sentimiento.

CHAVELA,  cuando no me salen las lágrimas te canto y las amarguras dejan de ser amargas. Libre, indómita, valiente parrandera. Renaciste del infierno y te hiciste tu lugar en el mundo sin renunciar a tu esencia. Una peleona auténtica.

MAYA, recuerdo el día que te vi bailar. Eras infinita en el escenario, se te quedaba pequeño. Tus brazos se prolongaban con una delicadeza extrema, hasta el cielo. Las puntas de tus pies enraizaban en el suelo llegando con fuerza hasta el centro mismo del universo. Era imposible dejar de mirarte. No ha habido cisne humano más bello.

GIOCONDA, escritora,  poeta, peleaste con tus manos en la selva y ahora peleas con tus palabras, con esa fuerza que sale de tu melena y del centro de tus convicciones guerrilleras. Otro ejemplo de lucha, de pasión, de entrega. Benditas tus palabras que son las mejores armas.

HIPATIA, te mataron por cuestionar los pilares de la sociedad. Matemática, astrónoma, filósofa, no te quisiste casar, solo querías estudiar, enseñar, hacerte preguntas. Qué amenazador es eso para los fanáticos estrechos. Menudo ejemplo nos das, querida.

CARMEN, mi abuela. La entrega infinita, el amor incondicional, la cocina más rica, la cama más mullida. Las manos más trabajadas y el corazón más enorme. Cuánto dabas con tan poquito que tenías.

Todas habéis sembrado en mi vuestra valentía, vuestra manera de agarrarse a la vida, de exprimirla con autenticidad y sin ataduras impuestas buscando incesantemente crear belleza. GRACIAS por inspirar mi vida.